Israel Cervantes, coordinador de la Casa Obrera del Bajío, enfrenta duras críticas por sus acciones en General Motors Silao

Se le acusa de incumplimiento de acuerdos y falta de apoyo a los trabajadores

En medio de una creciente controversia, Israel Cervantes, coordinador de la Casa Obrera del Bajío, se encuentra bajo el escrutinio público debido a acusaciones de malversación de fondos. Según diversas fuentes internas, Cervantes utiliza los recursos sindicales para su beneficio personal, lo cual ha generado una gran indignación entre los miembros del sindicato y los colaboradores de la planta.

Se le reprocha a Cervantes haber ignorado diversas quejas y denuncias en su contra relacionadas con acoso laboral y abuso de poder por parte de los colaboradores, pues estos casos han generado un ambiente laboral tenso y la pérdida de confianza hacia el sindicato.

Además, recientemente, anunció que la Casa Obrera del Bajío acudirá por cuarta ocasión ante el mecanismo de respuesta rápida del TMEC, pues respaldarse del extranjero le ha favorecido mucho para obtener beneficios personales como viajes constantes a Estados Unidos y Canadá y respaldar la intervención del sindicalismo independiente a través de SINTTIA.

Por su parte, Cervantes ha negado las acusaciones y afirma que se trata de una campaña de difamación en su contra por parte de personas interesadas en su destitución. Asegura que todas las decisiones y gastos realizados han sido aprobados por la asamblea general y que no ha cometido ningún acto de corrupción.

SINTTIA se encuentra en un momento crucial para restaurar la confianza y credibilidad en su gestión, pues es responsabilidad de los líderes sindicales demostrar que están comprometidos con los intereses de los trabajadores y el cumplimiento de sus derechos.