Guanajuato
General Motors Silao, experimento de estrategia para desarticular sindicalismo
El contexto
Actores nacionales e internacionales tienen la mirada puesta en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato. El proceso de legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo de acuerdo con las nuevas disposiciones internacionales derivadas del T-MEC, el cual compromete a los gobiernos firmantes a asegurar la participación de los trabajadores en los procesos de negociación de contratos colectivos, se ha convertido en un experimento para impulsar una estrategia de desarticulación del sindicalismo e impulsar así una nueva central sindical que incorpore a todos los sectores productivos y permita el control sobre los mismos por parte de la 4T.
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Los artífices de esta maniobra son Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces Barba, quienes el día de la votación convocada por el sindicato “Miguel Trujillo López”, hicieron acto de presencia con objeto de intimidar a los trabajadores y llevar a una anulación del proceso, objetivo que fue cumplido.
La estrategia
La estrategia urdida por Gómez Urrutia y Haces Barba está planteada en tres ejes. El primero es fomentar la inestabilidad desde el interior del sindicato. En el caso de GM Silao, han utilizado a Israel Cervantes Córdova – un ex empleado de la automotriz despedido tras dar positivo a dopaje – quien se infiltró el día de la votación con objeto de realizar desmanes y legitimar la anulación del proceso por parte del gobierno federal.
El segundo eje corre a manos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), dependencia encargada de suspender el proceso y de su posterior judicialización. Por ello, luego de que el gobierno de Estados Unidos, a través de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), solicitara la intervención del gobierno mexicano a fin de garantizar el respeto a los derechos de los trabajadores. La STPS presentó denuncias penales ante la Fiscalía General del Estado de Guanajuato. En este contexto de intimidación y judicialización del proceso de legitimación, el Sindicato “Miguel Trujillo López” deberá reponerlo el próximo 12 de junio.
El tercer eje de la estrategia es la presión ejercida por los sindicatos estadounidenses sobre el congreso y gobierno de Estados Unidos, lo que se traduce a su vez en mayor legitimidad para la intervención del gobierno mexicano en el proceso. El encargado de mover estos hilos es Napoléon Gómez Urrutia, quien durante su exilio en Canadá se encargó de tejer redes con líderes sindicales de las principales centrales norteamericanas, entre ellos Richard Trumka, de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). Esta organización, principal central obrera estadounidense, se encargó de presionar al gobierno estadounidense para que éste presentara una querella por incumplimiento de los acuerdos del T-MEC.
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Las consecuencias políticas
Para Diego García Saucedo, integrante de la Academia Mexicana de Derecho Procesal del Trabajo, las denuncias contra la CTM por violaciones a los derechos de los trabajadores, usan el cumplimiento de la normativa internacional para impulsar sindicatos que les sean afines a Gómez Urrutia y Pedro Haces.
Así, lo que se juega el próximo 12 de junio es la autonomía sindical en México, ya que de funcionar la estrategia planteada por el senador y ex senador de la bancada de Morena, serviría de precedente para impulsar esta estrategia en otros sindicatos de esta u otras industrias.
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Fuente: Redacción.
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