Guanajuato
En Guanajuato más de 800 productos milagro fueron retirados del mercado
Su exposición en el mercado ofrece engañosamente facultades curativas sin tener registro sanitario de medicamentos y sin contar con las pruebas clínicas requeridas por la Ley General de Salud; son los llamados productos “milagro” que en Guanajuato la dirección General Contra Riesgos Sanitarios ha incautado más de 800 productos en lo que va de este año.
Durante el programa CAMBIOS conducido por Miguel Ángel Puértolas, el director general de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud de Guanajuato, Luis Carlos Zúñiga, informó que trabajan en coordinación con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para eliminar del mercado dichos productos que ofrecen ‘maravillas sin esfuerzo’ al consumidor.
«COFEPRIS a veces nos manda algunas alertas sobre ciertos productos, como el ‘chupa panza’ por ejemplo, que se puso mucho de moda, cuando en nuestras visitas ordinarias los vamos identificando, obviamente los vamos retirando, más de 800 productos hemos retirado en lo que va del año de distintas alertas», señaló.
Declaró que están trabajando más sobre los productos con mayor demanda en el estado, ya que aseguró que las redes sociales han fomentado su consumo en adolescentes y jóvenes, sin dejar a un lado a los adultos que buscan bajar de peso sin ejercitarse ni cambiando su plan alimenticio, únicamente consumiendo dicha mercancía.
«Lo más común de estos productos para promocionarse son tres vertientes: Disfunsión sexual, problemas de calvicie y para obesidad. Son los más ocurridos, sobre esos estamos trabajando más», indicó en entrevista.
Además, informó que otro gran riesgo es que prometen curar enfermedades y padecimientos, sin embargo, este tipo de productos no son considerados medicamentos ni terapéuticos, pues aseguró que en su etiquetado no son claros con todas las sustancias que contienen, solo mencionan algunas de ellas.
«El etiquetado no está completo y traen una sustancia que sí es medicamento, hormonas tiroideas, que son muy socorridas que te aumentan el metabolismo. Cuánta gente que desafortunadamente ha probado esto, empieza a transpirar mucho o a sudar mucho con poquito ejercicio y de repente empieza a sentir taquicardia», sostuvo.
En entrevista para el programa de Canal 6, Zúñiga Durán afirmó que actualmente cuentan con más de 250 anexos que necesitan mejoras en sus servicios, sus instalaciones y en la vigilancia, por lo que comentó que lo que se busca es sumar fuerzas con asociaciones civiles para trabajar en dichos puntos.
Aclaró que hay centros de rehabilitación con mayores índices de riesgo que otros, pues algunos no cuentan con la infraestructura adecuada, tienen a menores de edad y en algunos casos, existen ‘cuartos de castigo’ en donde torturan a los pacientes. Es por ello, que aplican medidas de seguridad, en donde suspenden a dichos anexos y transfieren a los pacientes a otros centros con mejores condiciones.
«En la mayoría hay condiciones a mejorar, en la alimentación, en la atención, en los insumos. Lo que pasa aquí es que, si aplicamos una medida de seguridad sobre un establecimiento, lo suspendemos y lo cerramos, en poquito tiempo lo tenemos en otro lado y en peores condiciones», expresó.
En el tema de clínicas clandestinas que han sido clausuradas en el estado, informó que hasta el momento han suspendido 31 hospitales, específicamente a sus áreas de cirugía y sus áreas de traumatología; pues no cuentan con buenas instalaciones, con médicos certificados, ni con los insumos necesarios para realizar las cirugías.
«Ese riesgo hay que irlo midiendo, hay que irlo calculando con tres vertientes muy importantes: Una es el profesional que va a realizar el acto; otra es la infraestructura, dónde lo vas a realizar; y el otro son los insumos, con qué lo vas a realizar».
Asimismo, explicó que existen dos puntos que se deben tomar en cuenta para proteger la salud de los pacientes que acuden a estas clínicas ‘patito’, donde normalmente las personas que trabajan en ellas dicen ser médicos y cirujanos sin presentar un certificado que lo avalen.
«Hay dos puntos que debemos cuidar mucho: Seguridad del paciente y la tranquilidad de nuestra consciencia. Mientras estemos trabajando en ese rango bajo la normativa existente, podemos estar bastante tranquilos. Errores va a haber, riesgo cero no existe ni en la vida y mucho menos en la medicina y en la cirugía», concluyó.