Justicia

Denuncian Coacción y Abuso Sindical en General Motors Silao: El Caso de Francisco Tapia

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Francisco Tapia fue expulsado de las instalaciones y se le negó acceso al transporte de la empresa, dejándolo sin medios para regresar a su hogar

Francisco Tapia, ex empleado del área de carrocerías de General Motors (GM) en Silao, ha sacudido las redes sociales y la comunidad laboral con una denuncia pública que pone en tela de juicio las prácticas del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA).

A través de un video que rápidamente se ha viralizado, Francisco Tapia expone una serie de irregularidades y abusos cometidos en su contra, poniendo especial énfasis en la complicidad entre el personal de recursos humanos de General Motors y la secretaria general nacional de SINTTIA, Alejandra Morales Reynoso.

Tras seis años de servicio en la empresa, fue abordado por personal de recursos humanos quienes intentaron forzarlo a firmar su renuncia


Según relata Tapia, tras seis años de servicio en la empresa, fue abordado por personal de recursos humanos quienes intentaron forzarlo a firmar su renuncia. Para su sorpresa, la hoja de renuncia ya contenía la rúbrica de Alejandra Morales, muestra clara de complicidad entre la dirigencia sindical y el personal de RRHH de la empresa para facilitar su despido. Al negarse a firmar, Tapia afirma que fue a buscar apoyo a la oficina sindical de SINTTIA, solo para encontrarla vacía, lo que sugiere una falta de respaldo sindical en momentos críticos para los trabajadores.

La situación se agravó cuando Francisco Tapia fue expulsado de las instalaciones y se le negó acceso al transporte de la empresa, dejándolo sin medios para regresar a su hogar.
Este incidente ha levantado serias interrogantes sobre el papel de SINTTIA y su compromiso con la defensa de los derechos laborales en la industria automotriz.
La denuncia de Francisco Tapia ha generado una ola de indignación y solidaridad entre trabajadores y sectores de la sociedad civil, quienes exigen transparencia y justicia en el manejo de las relaciones laborales en GM Silao. Asimismo, ha puesto en foco la actuación de SINTTIA y su liderazgo, cuestionando su efectividad y lealtad hacia la base trabajadora que representan.

Hasta el momento, tanto General Motors como SINTTIA han guardado silencio ante las acusaciones, mientras que las redes sociales y diversos colectivos laborales están comenzando a movilizarse en busca de respuestas y medidas concretas que aseguren la protección de los trabajadores y la sanción a los responsables de cualquier acto indebido.
Este caso subraya la importancia de la vigilancia y la acción colectiva en la defensa de los derechos laborales, así como la necesidad de una reforma profunda en las prácticas sindicales y empresariales para garantizar un ambiente de trabajo justo y seguro para todos.

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