Economía
Sigue la crisis ganadera por escasez de agua y alimento en Guanajuato
La falta de agua en bordos y represas en la entidad, así como la escasez de alimento, está ocasionando la muerte de ganado, especialmente en la zona norte de la entidad.
Los pequeños ganaderos son los más afectados, ya que se ven obligados a malvender los pocos animales que les quedan antes de que mueran de hambre y sed.
“Es una situación alarmante la que se está viviendo en el campo, no solo en la ciudad se tiene que comprar agua en pipas, y muchos piperos no quieren dar servicio a las partes altas de la sierra, o te cobran el doble o el triple”, señala Genaro Hernández de la Unión Ganadera de San Ocampo.
Anteriormente, una pipa de 10 mil litros costaba 800 pesos, pero ahora los piperos solicitan hasta mil 600 pesos, el doble, y en ocasiones niegan el servicio argumentando que las comunidades están lejos. La situación es tan grave para los ganaderos debido a la falta de pastizales que están alimentando al ganado con nopales “achicalados” o con lo que denominan “flor de mezquite”.
“Ya no sabemos cómo alimentar el ganado. Hay muchos animales que están muriendo en el campo ante la falta de agua y alimento. Muchos pequeños ganaderos están vendiendo sus animales a un precio muy bajo por lo flaco que están, en realidad ya son puros huesos”, menciona Francisco Padilla, ganadero.
Es ampliamente conocido que la presa de El Palote ya está seca; sin embargo, pequeños embalses como los de Duarte y Laborcita, así como Lucio Blanco, también están a punto de secarse, con solo un 10 % de su capacidad.
De acuerdo con el último informe de la Comisión Estatal del Agua en Guanajuato (CEAG), las reservas de aguas superficiales en la entidad son de apenas 971 millones de metros cúbicos, en comparación con los mil 203 millones de metros cúbicos registrados en el mismo periodo del 2023.
Oficialmente, la temporada de lluvias inicia el 15 de mayo, con la festividad de San Isidro Labrador, pero se prevé que sea un año de escasas precipitaciones debido al fenómeno de “El Niño”.
El investigador y metodólogo de la Universidad de Guanajuato, Marcos Irineo Esquivel Longoria, informó que se han registrado años con niveles más bajos en los embalses. “Antes del año 2013 existieron periodos con niveles mucho más bajos que el actual. Por ejemplo, en el año 1991, 1995, 1996, 1997, 2012 y otros más”, dijo el investigador.
Como ejemplo, se menciona la presa Solís, la más grande de Guanajuato, ubicada en Acámbaro, que actualmente se encuentra al 63.4 % de su capacidad total, que es de 800 millones de metros cúbicos. En 1996, la presa Solís alcanzó su nivel más bajo, llegando al 13 % de su capacidad; en 1997, al 23 %; en 1995, al 37 %; en 2012, al 38 %; y en 1991, al 43 %. Sin embargo, en 2010 alcanzó su máxima capacidad con un 100 % y en 2013 un 96 %.