El conflicto de la planta GM en Silao

 ¿Qué intereses hay detrás?

El conflicto laboral en la planta de General Motors en Silao, ha ocupado las páginas de algunos de los principales diarios especializados en temas financieros en las últimas semanas. Esto a raíz del estropeado proceso de legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo negociado por el Sindicato “Miguel Trujillo López”, en representación de los trabajadores de la planta automotriz de la empresa General Motors de México.

El punto álgido del conflicto tuvo lugar el pasado 20 de abril, cuando la organización sindical hizo un llamado a votaciones para el proceso de legitimación. Interesadamente, un grupo de trabajadores disidentes organizados por el extrabajador Israel Cervantes, impulsaron una serie de irregularidades injustificadas en la votación. Lo anterior, llevó a la suspensión del proceso por parte de la Secretaría del Trabajo en el segundo día de votación, ordenando la reposición del proceso 30 días después.

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Esto es la punta de lanza de un intento por violentar la representación autónoma de los trabajadores y desplazar a los actuales delegados de la CTM, imponiendo una representación afín a la 4T.

Conflicto de interés

El argumento usado en esta estrategia es el cumplimiento a las disposiciones establecidas en el T-MEC, en cuyo Anexo 23 A, se establece el compromiso de las naciones participantes por garantizar la participación de los trabajadores en la negociación colectiva sin la interferencia de la empresa.

Las disposiciones de este tratado se reflejaron en la legislación mexicana. Se instruyó a las organizaciones sindicales, para que llevaran a cabo el proceso de legitimación en un periodo máximo de 4 años a partir de mayo de 2019.

Aunque, a finales de 2020, únicamente se habían llevado estos procesos de legitimación en la tercera parte de las plantas ensambladoras, el proceso en la planta de Silao es de particular interés para Napoleón Gómez Urrutia y Pedro Haces. Estos falsos líderes aprovechan el proceso para desarticular a los sindicatos de la CTM. Con este propósito, utilizan como paladín a Israel Cervantes Córdova -ex empleado de la fábrica despedido por dopaje – y a su organización Generando Movimiento.

Mientras que la operación interna, a manos de Israel Cervantes, consistió en generar condiciones de inestabilidad que conllevaron a la suspensión del proceso de legitimación, al exterior, la Secretaría del Trabajo impulsó la deposición del proceso y su posterior judicialización. La Secretaría del Trabajo impuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Guanajuato.

De repetirse esta operación, estaríamos presenciando el triunfo de la estrategia que busca construir un nuevo corporativismo a partir de la violación y judicialización de la autonomía sindical.

¿Los trabajadores dejarán que decidan por ellos?

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Fuente: Redacción.